sábado, noviembre 14, 2015

Así No

Ni un centavo gastado en mantenimiento del Paseo del Pescador durante la administración de Eric Fernández.

por Eduardo Morán C.

7 Noviembre 2015 - El nivel de impunidad que hemos alcanzado y el considerar que la corrupción es una práctica válida, cotidiana, reconocida socialmente y hasta premiada política y económicamente, es lo único que puede explicar que 50 empleados de una constructora privada hicieran pública su demanda de pago de sueldos al ayuntamiento. Si bien es de aplaudir la negativa del presidente municipal a seguir financiando con recursos públicos a una empresa privada, hay que mencionar que ninguno de nuestros flamantes, distinguidos, variopintos y conspicuos regidores ha dicho media palabra sobre el fétido asunto.

¿Por qué nuestro regidor de obras públicas no ha informado a sus electores algo sobre esta tranza? ¿Por qué nuestra regidora de hacienda no ha informado sobre el tiempo y los montos que estos individuos cobraron en la pasada administración? ¿No hay en este cabildo un solo integrante que demande y promueva un castigo para el o los responsables del evidente desvío de recursos públicos? ¿Por qué ningún regidor de oposición aclara con lujo de detalles el pestilente asunto? ¿Esta tranza es una más que dejará pasar impune la ex-diputada y nuevamente regidora Jiménez Rumbo? ¿Es dejando impune o sin aclarar debidamente este asunto como queremos salir del pozo en que estamos? ¿Hasta cuándo la tranza, el abuso, el saqueo evidente de los recursos públicos tendrá costo para quienes los cometan? Si todos estamos conscientes que esto es solo una fracción de la punta del iceberg, me resulta incomprensible la pasividad e indiferencia de los grupos organizados ante el asunto.

Parecerá que traigo algo personal contra Cristóbal Aburto, pero nada más alejado a la realidad, lo que sucede es que él fue parte del cabildo anterior y hoy está encargado de atender las solicitudes de información que presentemos los ciudadanos, por lo que es inaceptable que no tenga la gentileza de informarnos cómo y por qué pudo ocurrir una estafa como la que hoy, a pesar del cómplice silencio del pasado y presente cabildo se está ventilando. ¿Nadie sabía del hecho, ni el presidente anterior, ni el tesorero, ni el encargado de recursos humanos, ni el director de obras públicas, ni el regidor del ramo? ¡Por dios, pues qué clase de estúpidos creen nuestras autoridades que somos! Pero bueno, ante nuestra patética indolencia quizás se hayan quedado cortos.

Señores hoteleros, restauranteros, transportistas, comerciantes, empresarios, medios, ONG's y ciudadanos de a pié, sí no hacemos un frente común demandando que se aclare este asunto y otros que segura y evidentemente ocurrieron, pero sobre todo, sí no logramos que se castigue a los responsables de ellos, es imposible que no sigan ocurriendo.

¿Por qué nos resulta tan difícil entender que mientras no tenga costo la tranza, no hay forma, incentivo o razón para que dejemos de hacerlas?

Es Todo…

No hay comentarios.: