lunes, junio 29, 2009

Impunidad y falta de aplicar la ley sigue en la escuela primaria bilingüe Netzahualcóyotl

"Casi un año sin dirección y sin solución en la escuela bilingüe"
Despertar de la Costa - Lunes, 29 Junio 2009
*Se deslinda el subcoordinador de la SEG del conflicto; el problema no está en sus manos, dice Víctor Salinas

NOÉ DOMÍNGUEZ MARIANO

La profesora Marina Sánchez Hernández continúa inhabilitada como directora de la escuela primaria bilingüe Netzahualcóyotl, pero hasta la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) no ha designado un responsable de la escuela.

El subcoordinador de Servicios Educativos en la Costa Grande , Víctor Salinas Salas, informó que la profesora no ha respetado la ley, debido a que contraloría interna y el departamento jurídico no han emitido ninguna resolución. Aseguró que culminará otro año escolar en medio del añejo conflicto.

Dijo lo anterior durante su reciente visita a esta ciudad por el comienzo del programa Todos en la Escuela , pues los maestros inconformes de dicho plantel lo abordaron, pues tienen más de un año sin laborar en sus áreas de trabajo.

El profesor Raymundo Francisco García cuestionó al representante de la SEG respecto al tiempo en que se continuará en esas condiciones. Terminará el ciclo escolar y desde hace casi un año permanecen en las afueras del plantel sin poder entrar a sus grupos, impedidos por la profesora Marina Sánchez.

Por su parte, María de los Ángeles Agüero, quien trabaja como intendente, cuestionó ácremente a Salinas Salas sobre el poder de la directora inhabilitada, puesto que no ha acatado la disposición: “no es posible que una sola persona, teniendo tantos antecedentes, haga lo que quiera dentro de la escuela”, y agregó que para ellos es algo desesperante.

Ante esto, el subcoordiandor de la SEG dijo que Sánchez Hernández no ha respetado a las autoridades y a las instituciones. Resaltó que el problema escapa de sus manos, pues son la contraloría y el jurídico los responsable del problema, porque no han determinado la solución al conflicto.

Sánchez Agüero señaló que la controvertida docente ha hecho lo que ha querido en la institución educativa, pues ha tomado revancha contra aquellos padres que no están con ella, incluso ha llegado a reprobar a sus hijos: “una madre le pidió que nos dejara entrar a trabajar, y reprobó a su hija. La señora no sabe dónde reportarla y está desesperada”.

Contradictoriamente, Víctor Salinas dijo que los padres saben que Marina Sánchez está inhabilitada y no deben darle tanta importancia. Los perjudicados le respondieron que tiene importancia porque continúa en la dirección y no hay una autoridad que respalde la ley.

El representante recomendó a los maestros rechazados que hicieran lo propio, entre tanto él hace lo que le corresponde como responsable de los servicios educativos en la región, pues no es el único problema heredado y el caso de esa escuela no está en sus manos.

De campesino a guerrillero del ERPI - el comandante Ramiro

"El comandante Ramiro, guerrillero desde los 14 años, dos veces detenido por el Ejército y las dos se escapó"
El Sur de Acapulco - 29 de Junio del 2009
Zacarías Cervantes - Sierra del Filo Mayor, Guerrero

Tercera y última parte

El comandante Ramiro, jefe de una columna del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) se rehúsa a hablar de sí. “El Estado ya sabe quién soy y a lo mejor en su momento lo va a decir, pero si acaso no lo sabe hay que dejar que trabajen bastantito ¿no?. Aunque yo siento que ya sabe todo sobre mí”, justifica su negativa.

Finalmente, a lo largo de la entrevista va dando partes sueltas sobre su persona, algunas de ellas hasta podrían considerarse espectaculares: dos veces ha sido detenido y torturado por el Ejército mexicano y las dos veces se ha fugado; ha tenido dos enfrentamientos formales con los militares y asegura que ha salido victorioso. Desde los 14 años se ha dedicado a concientizar a todo aquel con quien tiene contacto para que exija sus derechos, ya sea en las comunidades de la sierra o en los mismos penales donde ha estado detenido.

Pero dice que no se siente superhéroe. “Eso nunca, somos parte del pueblo, nada más que armado porque no nos dejaron otra opción”. Es más, implora ayuda. “La lucha es de todos, no nos dejen solos. Nosotros hacemos lo que podemos. Somos parte del pueblo”.

Omar Guerrero Solís, el comandante Ramiro, es de origen campesino y dice que desde los 14 años es perseguido por el Ejército porque desde entonces ingresó a las filas del Partido de los Pobres (Pdlp) que fundó Lucio Cabañas).

“En ese tiempo solamente era base del movimiento del Pdlp. Yo les llevaba de comer a las columnas que estaban en diferentes lugares y participaba sólo de vez en cuando en las acciones armadas. Al mismo tiempo, en la comunidad de donde soy originario participaba en la exigencia de las obras sociales que se necesitaban como agua, electricidad, escuelas, carreteras”.

Admite: “el gobierno no estaba equivocado, desde entonces ya era guerrillero”. Dice que su formación subversiva la adquirió “por lo que se vivió en los 70”; “siempre admiré a Lucio (Cabañas) porque me platicaban mis padres de él y de su lucha, por qué sirvió y para qué, y desde ahí nosotros comenzamos a participar. Primero por la vía pacífica; en marchas, en plantones, a través de una organización social legal, sin armas, y en el PRD también, familiares de nosotros estaban participando”.

–Hoy dicen que eres delincuente; tienes nueve averiguaciones previas por asesinato, secuestro y violación, ¿qué dices a eso?.

–No me van a alabar. No acepto que soy un delincuente. Si dicen que matamos, puede ser, pero cómo vamos a enfrentar al Ejército, ¿con flores?. De violación eso si lo niego, eso jamás. Secuestro, lo niego. De que ha habido enfrentamientos y hay gente que cae, eso sí es cierto y si de eso me van a acusar, lo acepto, incluso ni preso lo negué.

Ramiro señala que si no hubiera decidido agarrar las armas simplemente lo hubieran asesinado. “Me di cuenta que si no agarrábamos un arma era más fácil que fuéramos asesinados y por eso decidí ingresar a la columna armada que existía en ese tiempo”.

Recuerda que su primera detención por los militares ocurrió por un delator. “Esa persona nos encontró un día en el campo entrenando y nos estuvo vigilando. Yo era el encargado de las actividades. Esa persona salió de esa comunidad y fue al cuartel a denunciar que había un grupo armado y quienes lo integraban, de ahí se vinieron con el Ejército a detenernos.

–De que año estamos hablando?

–Sinceramente no recuerdo el año.

De ello no expuso mayores detalles, pues dijo que no duró en la cárcel. Se les fugó.

Pero recuerda que desde entonces comenzó la persecución en su contra. Colocaron filtros en las ciudades y retenes con gente que lo conocía.

Fue así que al pasar en un retén de Riva Palacio, Michoacán, en la Tierra Caliente colindante con Guerrero, lo detuvieron por segunda vez. “Yo venía de Huetamo acompañado de otros compañeros, era 1999”, recuerda.

“Cuando fui detenido había civiles ahí, venía un hermano de Érit Montúfar (el actual director de la Policía Investigadora Ministerial de Guerrero, PIM), se llama Abel Montúfar, venía incluso al mando del operativo, o era parte del mando, entre otros que conocí”.

Señala que ese grupo de civiles que actuaban entre los militares, “se conocían como madrinas y son los que más daño hacen porque andan entregando gente, matando y robando, apoyados por los aparatos del poder”. Señala que esa gente sigue actuando ahora en las estructuras formales del gobierno, “pero algún día el pueblo armado los va a castigar. El poder se acaba, el sistema se va a derrumbar ¿y ellos donde van a quedar?”

El guerrillero recuerda que tras su detención fue torturado todo un día, entre otros por Abel Montúfar.

“Ya cuando estoy en Coyuca (en el penal de Coyuca de Catalán) se da una situación a parte de mala, bonita, porque me tocó organizar a los presos para protestar en contra de la represión, eran humillados y eso no debe ser, estás preso pero tienes derechos, necesitas trabajar, tener diversión, si no te vuelves loco y ellos (el gobierno) lo que quieren es que te metas a las drogas”.

Recuerda que así comenzó su acercamiento con los presos. “El director del penal también tenía a su gente y mandaba a golpear a los presos y tuvimos que entrarle también en esa vía nosotros, después de que había agredido a un preso, le quebró un pie a garrotazos”.

Dice que esas cosas también la acendraron su formación subversiva pues se preguntaba si esa es la readaptación de la que habla el gobierno: drogas en las cárceles, golpes, humillaciones, “así no se readapta a un reo, porque el que es rebelde de corazón se vuelve más y el que no lo es se vuelve ahí, otros le entran a los vicios, se desesperan, porque ahí no habrá otras cosas pero droga y alcohol sí hay”.

Como castigo por su rebeldía en ese penal, Omar Guerrero, fue trasladado al penal de Acapulco. “Yo no pensé que fuera a ser trasladado, pensé que me iban a sacar de la celda para matarme, porque el director del panal se llevaba con los Montúfar. Entonces yo dije que confianza voy a tener de que me van a trasladar. Entonces yo le dije al director no confío en ti y él me respondió que si no me sacaban por la buena lo iban a hacer por la mala”.

Omar Guerrero recuerda que tomó la decisión de que si lo querían torturar o matar, que fuera dentro del penal, frente a testigos, incluso le advirtió al director del penal: “yo voy a pelear con lo que tenga a mi alcance, no se te olvide que soy guerrillero”.

En seguida le mandaron a un grupo de policías y se dio un primer enfrentamiento a golpes apoyado con el grupo de presos que había organizado y que no lo dejaron solo, hasta que replegaron a los policías.

Sin embargo señala que días después hubo un segundo enfrentamiento y que finalmente se impuso la mayoría y lo sometieron, porque a los demás presos los encerraron, y sólo los de dos celdas rompieron los candados para pelear con él.

“Fui arrastrado por las gradas y todo eso me dio más coraje. Nosotros hemos tenido prisioneros y nunca los hemos tratado así. Eso no se vale y me tocó ver muchos casos, mucha gente torturada, malherida. Todas esas cosas hacen que uno no confíe en este sistema de gobierno, del partido que sea”.

Incluso denuncia que durante su traslado al penal de Acapulco fue torturado todo el tiempo; agujas que le enterraban, golpes en todas partes del cuerpo, “me preguntaban por los planes de la guerrilla, por las armas, la gente que nos apoyaba, por los dirigentes y si había funcionarios que nos apoyaban, quiénes eran, que dónde estaban. Y de mi parte todo fue no sé nada, no sé nada”.

Después cuando llegó al penal de Acapulco le advirtieron: “aquí sí te fregaste, aquí es Acapulco no Coyuca de Catalán, te vas a quedar calladito. Yo les dije está bueno, todavía vamos a ver y al final me dieron otras patadas de despedida”.

Durante un año 8 meses que estuvo en la cárcel de Acapulco también organizó a los presos para protestar por las torturas, en contra del narcotráfico, la drogadicción, la complicidad de los directores del penal con los narcotraficantes, “vendían droga como si fueran jitomates en el mercado. Yo nunca me imaginé que eso fuera así y mucha gente no cree que eso sea así”, señala.

Agrega que también se dio cuenta que había gente que la tenían encerrada sin la visita de nadie. “Se volvían locos, les daban una droga, no sé el nombre, pero los tenía viendo el sol mucho tiempo y bailando como zombis”.

Mientras se iban dando las condiciones para su fuga continuaba con su labor de elaborar cuadros, hamacas, “no todo era lucha, de alguna u otra forma teníamos que subsistir”.

Desde que llegó al penal de Acapulco, Ramiro siempre pensó que se iba a escapar, pero la libertad comenzó a ser una obsesión para él después de una visita de su esposa con sus hijos.

Recuerda: “cuando me visita mi esposa y mis hijos, me hice la promesa de que o me fugaba o moría en el intento. Porque mi hijo menor, cuando terminó la visita me agarró de la mano y jalándome hacia la puerta me dijo, vámonos papá”. Pero cuando los custodios cerraron la reja el niño afuera lloró, agarrándose de los barrotes, mirando a su padre que se quedaba a dentro.

Cuando termina la anécdota, pide una pausa con la palma de la mano, mientras carraspea para limpiarse la garganta, se limpia los ojos húmedos, respira hondo y sigue con la charla.

“La fuga fue a las 8 y media de la mañana después del pase de lista, que es a las 7, en el momento del desayuno porque en ese momento los guardias están atentos de lo que sucede al interior del penal. En ese momento hay bullicio, hasta peleas permitidas por la autoridad del penal. Por eso se aprovechó esa situación”.

Pero tuvieron que adelantar la fuga porque el plan se había descubierto, “hubo una gente de inteligencia que metieron y él les avisó que había algo raro y se optó por esa salida en el día, pero ese no era el plan”. Recuerda que se fugaron 13, 14 con él.

–Se dijo que escapaste con narcotraficantes, colombianos, –consulta una reportera.

–Son gente que conocí porque nos tocó estar juntos en el módulo, yo sólo sé que eran gente pobre, que si estaban metidos en las drogas era por su misma situación económica, pero apenas eran lo que se le llama burreros. Que son los que se encargan de vender droga. Pero eran pobres.

–Sin embargo se dijo que eran famosos narcotraficantes.

–No, eso es falso, yo vi cómo vivían, qué comían, cómo vestían. Estábamos juntos.

–¿Ellos no se interesaron en venirse a la sierra?

–Fíjese que sí, como son gente humilde; ellos en la cárcel me decían que aquí en México hay pobreza e injusticias como en su país, y que igualmente había una lucha armada como en su país. Entonces yo les dije pues intégrense allá a la lucha y dejen de andar en la droga. Algunos me dijeron que sí, pero a muchos les perdí el contacto.

“Pero eso de que eran narcos importantes es falso. Fue nomás para decir que me fugué con narcos y con delincuentes”.

–¿Qué pasó después de que escaparon de la cárcel?.

–Tres meses anduve huyendo por la sierra y fue muy difícil porque no teníamos qué comer, a dónde dormir, incluso ni armas y éramos perseguidos todo el tiempo, constantemente por los caminos por las carreteras y había comunidades sitiadas para que no nos dieran de comer.

–¿Andabas solo o con quién?.

–Al principio acordamos dispersarnos con la gente que salimos de la cárcel, porque juntos facilita la persecución, nos quedamos cinco juntos, seis conmigo. Con ellos empezamos a recorrer la sierra. Hubo gente que nos conoció porque salimos en la televisión y ya cuando nos vieron después en la sierra, nos ayudaron y así comenzaba la relación con la gente de algunos lugares. Al final formamos una columna completa porque se fue integrando la gente. Y seguimos aquí.

domingo, junio 28, 2009

Ecologistas de Zihuatanejo preocupados por acciones militares

"Lamenta la ROGAZ la violencia como en los años 70 en derechos humanos"
El Sur de Acapulco - 28 de Junio del 2009

Noé Aguirre Orozco - Zihuatanejo, Gro.

La vocera de la Red de Organizaciones y Grupos Ambientales de Zihuatanejo (ROGAZ), Obdulia Balderas Sánchez, lamentó el regreso de la violencia como en los años 70, así como el parecido del gobierno de Zeferino Torreblanca con el de Rubén Figueroa Figueroa, dijo respecto a la ejecución de dos ecologistas en Tierra Caliente y del Foro de Defensores de Derechos Humanos y Organizaciones Indígenas realizado el viernes en Tlapa, donde concluyeron que son víctimas de la represión del gobierno y la impunidad que propicia.

La ecologista dijo que le parecía alarmante que Rubén Figueroa, quien cometió crímenes en Aguas Blancas y con quien hubo tanta represión durante su gobierno, “que ahora sea él, ese personaje que ande avalando a los candidatos para diputados, quiere decir que estamos en un estado de total impunidad, que pueden cometer con el pueblo los más atroces crímenes sin que haya un gobierno que nos defienda o nos proteja”.

Mencionó que con la presencia del Ejército en las calles “están orillando a esos abusos y a esos crímenes, porque el Ejército no se anda con consideraciones con los civiles”.

Agregó que no hay manera de parar al Ejército porque son insensibles y “Zeferino siempre justifica los ataques, dice que es el papel del gobierno”.

Balderas Sánchez, en entrevista ayer en su domicilio, hizo un exhorto al gobernador y pidió que retire al Ejército de las calles y que dejen de confundir la lucha del narcotráfico con las luchas sociales.

Por último, la ambientalista consideró alarmante la situación que se vive en el estado de Guerrero y en el país.

Entrevista con el ERPI - parte 2

El Sur de Acapulco - 28 de Junio del 2009
"ERPI: el movimiento armado actuará en cualquier momento porque sigue la pobreza y la represión"
Zacarías Cervantes - Sierra del Filo Mayor, Guerrero

Segunda de tres partes

El comandante Ramiro, dirigente de una columna de guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) que se mueve en la sierra de Guerrero, asegura que el movimiento armado existe y que se propone actuar en cualquier momento porque mucha gente del campo y de la ciudad ya no siente confianza en un cambio a través de las elecciones.

“La gente se da cuenta sola, por las condiciones en que vive, no se necesita de un adoctrinamiento, no se necesita concientización, la gente ya lo está viviendo. Muchos de los que estamos armados ahora, hemos pasado por ese proceso, algunos votaron, pero ahora ya no”.

Después, Ramiro, cuyo nombre real públicamente conocido porque fue preso político es Omar Guerrero Solís, cita su propio caso como ejemplo: “Yo no nací guerrillero, no nací armado, fue la represión, la pobreza, la injusticia, lo que nos orilló a esto, no ha sido nada más por gusto decir voy a agarrar un arma y me voy al monte. Aquí se duerme en el campo, sin comer, cansado, pero siempre con la idea de que algún día las cosas serán mejor para todos.

Por eso dice que a la gente de por aquí le indigna que todavía en las condiciones en que viven por culpa de los gobiernos que llegan a través de las elecciones, haya represión, saqueos, torturas, humillaciones, asesinatos por parte del Ejército y en ese contexto advierte que el ERPI dará una respuesta armada mucho más planeada en respuesta a las irrupciones militares en las comunidades de Puerto Las Ollas y Las Palancas, ubicadas en los límites de los municipios de Coyuca de Catalán y Petatlán.

Pero también, enterado de los acontecimientos, por la incursión de soldados en Guadalupe Mano de León, municipio de Tlacoachistlahuca y por el caso del indígena na savi de Tlalzala, municipio de Tlapa, Bonfilio Rubio Villegas, quien fue asesinado la semana pasada por militares cuando se transportaba en un camión rumbo a la ciudad de México de donde saldría a Estados Unidos a buscar trabajo para ayudar a sus padres ancianos.

Mientras la charla con el guerrillero sigue, las puntas de los cerros que minutos antes lucían verdes y podía apreciarse cómo el aire balanceaba las copas de los arboles, lentamente se van cubriendo de una espesa neblina. El aire sopla frío y a pesar de que son las 3 de la tarde hay una oscuridad como si fuera a llegar la noche. Hay amenaza de lluvia.

El comandante Ramiro indiferente al paisaje, que es escrutado con satisfacción sólo por los visitantes, sigue su charla, sólo de vez en cuando tira manotazos a los mosquitos e insectos que revolotean.

–Ramiro, ¿cuál es la visión que tienen ustedes en las comunidades de los procesos electorales, como el que se vive ahora?

–La gente de la sierra como mucha de la ciudad ya no siente confianza en las elecciones. A nivel nacional la alternancia en el poder no ha traído cambios como el caso de Vicente Fox y de Felipe Calderón. La familia de Fox y de su esposa Marta, nomás se beneficiaron del poder, ¿qué obras buenas hicieron para el pueblo?, ¿dónde está el cambio?. La pobreza sigue cada día aumentando, no hay ningún cambio, por eso la gente ya está cansada de tanto engaño.

–¿Y qué les dicen a los candidatos cuando vienen por aquí en campaña?

–No para la sierra no vienen. Nunca vienen, mandan a representantes de ellos, pero la gente ni los recibe, los ignora, por lo mismo. No tiene caso, como dicen los compañeros, ¿de qué nos sirve?, ¿en qué salimos beneficiados?, si estamos olvidados, no hay luz eléctrica, no hay escuelas, no hay maestros, no hay clínicas, menos médicos, y si hay alguna clínica está la pura casa, no tiene medicinas ni tiene médico. Entonces la gente de por aquí no ve ningún cambio, sea del partido que sea.

Agrega que quizá por ello hay más simpatía hacia el ERPI, “porque nosotros estamos aquí con ellos”.

–Ante la falta de alternativas políticas, ¿no hay de otra más que la gente se sume a su movimiento armado?

–No tanto así, que no se sumen al movimiento armado si no quieren, pero cuando menos, si van a las urnas, que anulen su voto, si así se los dicta su conciencia.

Uno de los milicianos más cercanos, sin dejar de machetear la maleza grita entonces una consigna: “que muera el mal gobierno”.

Ramiro continúa: “total, ya hay organizaciones, organismos y dirigentes que invitan a anular el voto, el voto en blanco también es una forma de protestar para hacerle saber al gobierno, al Estado, que la gente ya no cree en él”.

–¿Están ustedes concientizando a la gente en ese sentido para hacerle saber que las elecciones no son la vía del cambio?.

–Más que eso la gente se da cuenta sola, por las condiciones de cómo vive no se necesita de una doctrina, no se necesita concientización, la gente ya lo está viviendo. Muchos de los que estamos armados ahora hemos pasado por ese proceso, algunos votaron. No puedo decir votamos porque yo jamás voté, pero tengo familia que sí. Pero se desengañaron después por el mal actuar de los funcionarios que eligieron, sean presidentes municipales, sean diputados, senadores, gobernadores o presidentes de la República.

–Por la falta de confianza en las elecciones, y si hay un alto abstencionismo, ¿puede llevar esto a un estallido social?.

–Sí, porque el pueblo al no tener la esperanza de un cambio pacífico, y cansado de tanta humillación, pobreza, injusticia, se puede buscar otras alternativas. Y nosotros ahí vamos a estar con ellos.

–Pero por otro lado, en las ciudades hay gente que participó en movimientos armados en el pasado y hoy dicen que no son la vía para el cambio y hay hasta descalificación de la lucha armada.

–Algunos lo dicen porque ya fueron cooptados por el gobierno, otros porque ya viven en otras condiciones, ya viven bien, otros porque nunca de veras estuvieron entregados en la lucha por su pueblo. Porque el que verdaderamente lucha por su pueblo, está dispuesto a dar la vida por él y no nada más lo dice.

“A lo mejor ya tendrán un puestecito por ahí, tendrán algunas comodidades que muchos, que la inmensa mayoría de los mexicanos no las tienen. Es fácil descalificar. Habría que ver cómo viven, pero yo diría que vengan a las comunidades y que vean que si ellos lucharon por algo, todo sigue igual, que si se lograron algo fue nomás para ellos, no para todos. Y que si sigue el movimiento armado es porque hay las condiciones para ello; sigue la pobreza y la represión. Por eso se da el movimiento armado, no nada más por gusto”.

–¿Hoy en las comunidades, entonces ya no tienen otras opciones?.

–Pues se están cerrando las puertas, el pueblo elige a un candidato y luego no cumple con lo que dijo y prometió en la campaña o con lo que la gente quiere, y así sigue todo el tiempo, pues la gente se enfada, como es el caso de nosotros.

“Yo no nací guerrillero, no nací armado, fue la represión, la pobreza, la injusticia, esto es lo que nos orilló a todos los que estamos aquí, no ha sido nada más por gusto decir voy a agarrar un arma y me voy al monte; aquí se duerme en el campo, sin comer, cansado, pero siempre con la idea de que algún día las cosas sean mejor para todos”.

sábado, junio 27, 2009

Entrevista con el ERPI - parte 1


En un nuevo encuentro con reporteros, una columna de guerrilleros ayudó a campesinos a limpiar una milpa en la sierra como parte de las labores sociales que hacen en las comunidades. El comandante Ramiro confirmó dos choques con tropas del Ejército, donde murieron tres soldados y otros tres resultaron heridos * Foto: Jesús Trigo


El Sur de Acapulco - 27 de Junio del 2009
"Estamos en varias partes del estado, dice el comandante Ramiro del ERPI"
Zacarías Cervantes - Sierra del Filo Mayor, Guerrero

Primera de tres partes

“Nosotros no vamos a decir que cada 100 años se hacen las revoluciones. Creo que ahora no va a ser así, pero de que se acerca el momento de actuar, sí”, advierte Omar Guerrero Solís, el comandante Ramiro del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), quien afirma que su organización tiene presencia en varias partes de Guerrero.

Y remata la idea: “si se da un movimiento armado por otro grupo, nosotros le tenemos que entrar, tenemos que entrarle todos, porque no podemos permitir que el pueblo siga siendo masacrado”.

El tintineo de los machetes se confunde con el canto de los pájaros que revolotean en lo alto de los árboles. Conforme se va uno acercando se puede vislumbrar por entre las ramas de los árboles y los matorrales, que los campesinos que blanden los machetes y cortan la maleza entre la milpa no son jornaleros comunes. Estos visten uniforme y sombreros camuflajeados tipo militar y botas, Se cubren el rostro con pasamontañas o paliacates, y terciados en la espalda llevan su AK-47, Cuerno de Chivo.

Son los milicianos del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), que como un servicio social ayudan a los campesinos a limpiar la milpa de sus tlacololes.

“Estos son los delincuentes, como nos llama el gobierno y a quienes persigue. Somos campesinos que hacemos producir la tierra”, dice a manera de bienvenida a un grupo de reporteros Omar Guerrero Solís, el comandante Ramiro, antes de dar inicio a una larga entrevista que concede por segunda vez a otro grupo de periodistas de medios estatales, nacionales y extranjeros.

En este segundo encuentro con los medios de comunicación en la Sierra de Filo Mayor, el dirigente de la columna erpista que opera en esta zona de Guerrero confirmó dos choques de los milicianos con tropas del Ejército entre el 9 y el 13 de junio pasado, con resultado de tres soldado muertos y tres heridos. Habló de las labores sociales que realizan en las comunidades, de la relación del ERPI con otros grupos armados del país, de los motivos que lo llevaron a la sublevación, de sus dos encarcelamientos y de las elecciones.

La entrevista se desarrolla a mitad de la falda sembrada de milpa, mientras el resto de los guerrilleros continúa con su labor de cortar la maleza que crece entre los surcos.

La charla se desarrolla en circunstancias de incomodidad para los reporteros; la tierra y la maleza recién cortada están lisas y los reporteros resbalan constantemente en la pendiente del terreno. Pero Ramiro parece habituado a estas condiciones; se apoya en el machete con la punta clavada en la tierra húmeda. El rifle de fabricación china terciado al hombro, una 45 fajada al cinto y una navaja dentro de un estuche que cuelga del cinturón completan su equipo.

“Les voy a pedir que me llamen solamente Ramiro” –sin el comandante–, pide antes de comenzar lo que no pareció una entrevista sino una charla que se prolongó por casi dos horas.

Un reportero quiso saber si había ocurrido un enfrentamiento entre los erpistas y los militares el 9 de junio, en una comunidad en las inmediaciones de los municipios de Coyuca de Catalán y Petatlán.

“Ellos (los militares) subieron a las comunidades, con ello se comprueba una vez más cuál es la actitud del mal gobierno que tenemos, en lugar de que haga obras para el pueblo y en lugar de ayudarlos les trae represión, balas. Otra vez el Ejército entró a las comunidades disparando contra todo lo que se mueva”, dijo Ramiro.

Señaló que la gente de las comunidades ya no espera en sus casas a los soldados porque en ocasiones anteriores han hecho lo mismo: “vienen con civiles que son conocidos por la gente de las comunidades como paramilitares porque actúan al compás con el Ejército. Arrasan en las comunidades a las que entran, ya los pobladores han hecho muchas denuncias de ello”.

Dijo que eso fue lo que pasó esta vez, “sólo que ahora la gente ya no se quiere dejar. Huyeron de sus casas y fueron perseguidos hacia el monte porque dijeron: en las casas no les tiramos (balazos) porque ahí están nuestros hijos, nuestras mujeres, nuestros padres, nuestras madres, pero en el monte es otra cosa”.

Añadió que fue así que los soldados persiguieron a la gente hacia el monte, “y pues como ya es sabido que estamos en varios lugares de la Sierra, esa gente se dirigió hacia donde estaban las columnas del ERPI para buscar un apoyo, y en efecto se les dio. Se dio una respuesta breve, no fue gran cosa, pero si sigue el gobierno actuando de esa manera, él mismo va a provocar otra respuesta”, advirtió.

A la orilla del terreno sembrado de milpa hay milicianos con el AK-47 en las manos, mirando en todas direcciones, y da la impresión de que mas allá, entre el bosque que bordea el cultivo, hay guerrilleros escondidos.

“No nos dejan otra alternativa, miren a esta gente (el campesino dueño del sembradío), no lo dejan trabajar, vienen (los soldados) y los quieren detener, los asustan. Además les roban el líquido para fumigar la maleza, y ante eso venimos a apoyarlo y no nos queda de otra que entrarle con el machete para limpiar la milpa”, dice.

–¿Que hubiera pasado si el Ejercito sigue la ofensiva en las comunidades?

–Se hubiera dado una respuesta militar en diferentes lugares, ahora sí ya en forma. Porque cuando se nos dice que están maltratando a mujeres y niños, cuando se nos dice que están robándose todo lo que hay de comer, que se están robando la ropa de los niños, las cobijas, la herramienta de trabajo de la gente… da coraje.

–¿Podría detallarnos cómo fue el enfrentamiento con el Ejército?

–Bueno, en realidad se estaba preparando la retirada de la gente de las comunidades que salían huyendo por la persecución de los soldados. Eso no permitió responder de una manera como debe ser. Nada más fue para evitar que el Ejército siguiera a los pobladores de las comunidades, porque iban niños, iban ancianos e iban tirándoles, porque esa gente no llega buscando el diálogo con la gente. Por eso fue que se respondió no de una manera muy contundente. Fue solamente para que dejaran de perseguir a la población.

–¿Fue ahí donde cayeron los tres soldados?

–Sí, fue en el primer enfrentamiento, porque de ahí otros soldados iban rodeando el cerro para caernos de sorpresa y se dio otro choque, y también la paramos. Fue así que ya no siguieron a la gente, ni a nadie.

—¿Cuántos soldados calcula que llegaron a las comunidades?

—Por la información de la misma gente de varios lados de la sierra, se calcula que hubo más de 600 militares.

Ramiro señala que esta fue la segunda vez que hay un enfrentamiento de su columna guerrillera con soldados. Recuerda que la primera fue también encabezada por él, en respuesta a la masacre que cometió el Ejército en El Charco contra indígenas desarmados.

Recordó que esa vez sí fue una emboscada del ERPI al Ejército en El Guanábano (municipio de Atoyac), en 1998, cuando resultó herido el general Alfredo Oropeza Garnica. “Esa vez se dijo claro que fue en respuesta a la masacre de El Charco, y como hemos dicho en otras ocasiones, vamos a responder siempre que el pueblo sea agredido, porque ya estamos cansados, de por sí estamos en el olvido, en la pobreza y todavía vienen y nos masacran, vienen y se roban todo lo que hay en las comunidades, eso es lo que genera las condiciones para que la lucha armada se dé”.

–¿El ERPI cuenta con una base social que le permita la cobertura para sus acciones?

–Sí, las hay en varios lugares, de Guerrero y del país. Pero por el momento no puedo mencionar ejemplos, en su momento se va a saber eso.

–¿En Guerrero hay grupos guerrilleros en varias partes del estado o solamente en una región?

–No, no en una sola, hay en varios lados.

–Aparte de la defensa de las comunidades, cuando son hostigadas por el Ejército federal, y acciones como la de ayudar en la faena de sus cultivos a los campesinos, ¿hay otro tipo de servicio social en el que ustedes participan?

–No sé si se le puede llamar un servicio, pero sí hemos estado ayudando a combatir el alcoholismo y la drogadicción. Antes de que llegáramos por acá había mucho alcoholismo y venta de cocaína, y hemos estado hablando con la gente, haciendo asambleas y explicándoles los daños, ellos mismos lo sienten y lo ven porque han tenido problemas por eso.

“Todo eso lo hemos ido quitando, no es que sea una cuestión impuesta, es algo consensado con la gente, en asamblea se decide, toda la gente vota a favor de eso y después se le advierte en una forma tranquila al que vende que, a partir de esa fecha, deje de vender eso, porque fue un mandato del pueblo y que si no lo hace pues va a ser sancionado por la columna”.

–¿Hay relación con otros grupos armados que tienen los mismos objetivos?

–Con el EPR yo no le puedo asegurar nada si hay relación, pero con otros movimientos sí hay cercanía, pláticas y en el momento dado se tendrá que llegar a la coordinación, esperamos que se llegue a la unidad del movimiento.

–¿Es a nivel nacional y también mas allá de la frontera de México?

–Eso sí no le podría decir.

–¿Qué significa Marcos, del EZLN, para Ramiro y para el ERPI?

–Yo no conozco mucho de lo que ha hablado, de lo que ha hecho, de lo que ha dicho. Pero a nosotros nos sorprendió la forma de su cercanía con la gente. Cuando dice que hay que mandar obedeciendo, para mí eso es importante, porque nosotros a lo mejor lo estábamos haciendo así, o algo parecido, pero no lo le habíamos puesto nombre.

–En algunas partes del país hay fotos de Zapata con la leyenda “nos vemos en el 2010”, ¿qué significa para ustedes esa fecha?

–Nosotros no vamos a decir que cada 100 años se hacen las revoluciones. Creo que ahora no va a ser así, pero de que se acerca el momento de actuar, sí. Si se da un movimiento armado por otro grupo, nosotros le tenemos que entrar, tenemos que entrarle todos, porque no podemos permitir que el pueblo siga siendo masacrado.

lunes, junio 22, 2009

Corruption Grows over Guamilule

Interad goons destroy house for 3rd time

On the evening of Saturday April 18th thugs apparently working for the developer Interad S.A. de C.V. once again destroyed a small house located on property of the Garibo Vargas family at Cerro de Guamilule. This is the third time this has happened, yet the "responsible authorities" have so far done absolutely nothing even though the previous crimes were properly reported and various witnesses have attested whom they saw carrying them out. María Isabel Garibo Vargas reported the most recent crime and commented that in the absence of proper actions by the "responsible authorities" she is concerned what the response will be by her male family members since they certainly cannot be expected to sit on their hands and do nothing in the face of such cowardly criminal acts repeatedly committed against their family while the police and justice system do absolutely nothing.

Interad S.A. de C.V. has been trying for about two years to threaten and intimidate María Isabel and her family to abandon their property at Cerro de Guamilule that they have owned for generations. Interad allegedly obtained phony property title documents from a now deceased corrupt public official and for a hefty payment were allowed by the corrupt ex-mayor of Petatlán to use them to register in the Registro Agrario Nacional. There are so many problems with this case that it can only have gotten this far with the complicity of corrupt public officials. Nevertheless, the local community will not allow irresponsible and corrupt government officials to permit Interad to get away with this.

María Isabel named the Argentinian representative of Interad Roberto Mario Guala as well as Pedro Olea Bracamontes as alleged intellectual authors of the crimes, and thanks to the cooperation of numerous witnesses she further alleges that the recent destruction of her family's property was carried out by Interad's goons Aurelio Uribe Sánchez and Glodove Ríos Rumboand.

The Garibo Vargas family has the solid support of numerous local organizations and many local residents including my family. We will not stand idly by and watch corruption and injustice carried out with impunity against this humble and poor family. Those days are over. I have already received crazy e-mails from Interad representatives Pedro Olea B. and José M. Rodríguez. They have no idea what fires they have stoked that will most assuredly come back to burn them.



Police official lies about his identity in visit to Garibo Vargas home

On Friday May 8th, 2009 around noon the recently appointed regional commander for the Policía Investigadora Ministerial (PIM), Ricardo Camacho Mondragón, and another unnamed individual presented themselves at the home of María Isabel Garibo Vargas asking for her and her husband, claiming they were inspectors for the Secretaría de la Reforma Agraria. Fortunately María Isabel and her husband, who have had their house at Cerro de Guamilule in Barra de Potosí burned once and destroyed two other times by workers for Interad S.A. de C.V., were not home. The phony "inspector" left his name, and after making inquiries the family discovered his true identity. The Garibo Vargas family own the land at Cerro de Guamilule that Interad is attempting to steal with the assistance of corrupt "public servants" in the municipal government of Petatlán, in the state government of Guerrero, and in the federal government.

Due to the threats and harassment by Interad and its representatives, the Argentinian "businessman" Roberto Guala and his sidekicks Aurelio Uribe Sánchez and Pedro Olea Bracamontes, the Garibo Vargas family had to change residences a year and half ago.

Various groups who are supporting the Garibo Vargas family such as the Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Sociales de Guerrero (COMSG), the Red de Organizacones Ambientalistas de Zihuatanejo (ROGAZ), the Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco), and the Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) have vociferously denounced the "reprehensible harassment" of coastal communities who oppose being evicted for "tourist megaprojects" so that the rich can relax and entertain themselves (a battle we appear to have already lost in Zihuatanejo as evidenced by the ongoing development on our bayside hills that were supposed to be preserved as ecological zones until their zoning was changed by the administration of Amador Campos much to the continuing dismay of Zihuatanejo's long-time residents).

The statement issued by the COMSG blames the mayor of Petatlán, Albino Lacunza Santos, and the state government of Zeferino Torreblanca for giving protection to "irregular" tourist projects and for not doing their jobs to punish Interad and prevent them from committing acts of violence, terrorism and land theft.



Interad Criminals Destroy House for 4th Time
Interad's idea of a Mothers Day present

While its occupant was celebrating Mother's Day, the goons of Desarrolladora Interad S.A. de C.V. allegedly destroyed for the 4th occasion the house belonging to the Garibo Vargas family located on the Cerro de Guamilule at Barra de Potosí in the municipio de Petatlán. This is the same house they allegedly destroyed about 20 days previous that was in the process of being rebuilt.

And as usual the police shine brightly for their absence as do the "responsible authorities" for their lack of any action to protect the Garibo Vargas or settle the dispute according to the law.

When María Isabel Garibo Vargas went to report the previous crime to the Ministerio Público in Petatlán they refused to receive her. Since then she also received a visit from the recently appointed regional commander of the Policía Investigadora Ministerial (PIM), Ricardo Camacho Mondragón pretending to be an inspector from the Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), the same dependency from where allegedly a now deceased corrupt former worker, Raúl Mendoza Benalonso, originally sold Interad the phony property titles they hold.

As long as this type of corruption is allowed to continue no property owner in Guerrero is safe from corrupt public servants and the people who fill their pockets with money, whether they be narcos, "businessmen" or corporations.



Destruyen por cuarta ocasión la cabaña de los Garibo en el Huamilule; la familia culpa a Interad - El Sur de Acapulco

Derriban otra vivienda de los Garibo en el Guamilule - La Jornada de Guerrero

domingo, junio 21, 2009

Policías queman una casa y atacan a mujeres y ganado

El Sur de Acapulco - 21 de Junio del 2009
"Hieren soldados y policías a una joven en la sierra; fueron atacados, dice la versión oficial"
Israel Flores - Ciudad Altamirano, Gro.

Militares y policías de la Operación Conjunta Guerrero irrumpieron en el poblado El Nanche de la sierra de Coyuca de Catalán y quemaron una casa, saquearon casas e hirieron a una adolescente de 16 años, luego de que presuntamente patrullas balearon la camioneta donde ésta viajaba, sólo porque se les atravesó, denunciaron los afectados.

Sin embargo, el reporte oficial indica que sujetos armados se enfrentaron a balazos en dos ocasiones con elementos ministeriales, federales y estatales, en la comunidad del Nanche municipio de Coyuca de Catalán, cuando pretendían ejecutar órdenes de aprehensión.

Según el informe oficial, no hubo personas lesionadas, solo una de las patrullas de la Policía Estatal que acompañaba al convoy de más de 6 patrullas, salió con un impacto en el parabrisas.

El Operativo Conjunto salió de madrugada a la población del Nanche a ejecutar al menos 3 órdenes de aprehensión de sujetos acusados de homicidio. Al llegar al pueblo, desde un domicilio particular “fueron recibidos a balazos”, señala la versión policiaca.

Los hechos sucedieron alrededor de las 6 de la mañana. Al no poder lograr la detención, comenzaron a salir del lugar con la luz del sol, pero en el camino fueron emboscados, repelieron la agresión y no reportan personas lesionadas. Los elementos policíacos regresaron a Coyuca de Catalán y Ciudad Altamirano, cerca de las 11 de la mañana, sin más problemas.


Patrullas balacearon camioneta donde viajaban dos mujeres

Una maestra de 22 años, y su alumna de 16, se trasladaban del poblado de Piedra Redonda a Llano Grande, para realizar los preparativos de la clausura de fin de cursos, cuando se toparon con el convoy de patrullas y comenzaron a dispararles. Alrededor de las 3 de la tarde, llegó a una clínica de Ciudad Altamirano, la joven de nombre Jazmín Román Orozco, quien presentaba un impacto en el hombro que le destrozó el hueso, otro en la pierna y un rozón en la cabeza. La familia y la joven ya iniciaron la averiguación previa en el ministerio público, en contra del Operativo Conjunto.

Señalaron en su declaración que viajaban en una camioneta Blazer de modelo antiguo, cuando los agentes comenzaron a dispararles, al parecer solo porque estaban en el paso. “No había motivo alguno”, dijeron los familiares a la prensa, enojados por el hecho.

La comunidad de Piedra Redonda se ubica en el camino al Nanche, precisamente en el paso por donde viajaban las patrullas. La familia ya tuvo la visita de elementos ministeriales y federales, con quienes confirmaron que las unidades si pasaron por ese tramo. Cabe señalar, que el señalamiento es contra patrullas estatales y federales, debido a que la familia la ubica por ser “oscuras, con letreros que dice preventiva, y que viajaban gente tapada del rostro”, mientras que ubican también a los ministeriales en “patrullas blancas”, y no las colocan en la zona de la balacera.


Se equivocaron de casa y la quemaron: vecina de El Nanche

Una tía de la joven herida denunció que su hermano, vecino del Nanche, fue víctima de una equivocación por parte de agentes del Operativo que le quemaron la casa, le mataron ganado y saquearon otras viviendas. La señora María dijo que su hermano Sixto Orozco Ramírez, presentará su demanda por los delitos de daños y robo este domingo o lunes, según las condiciones que haya para bajar a Coyuca de Catalán. Agregó que cerca de las seis de la mañana rodearon su casa, realizaron disparos contra la vivienda, la quemaron y de paso mataron una vaca y dos chivos, además de que le robaron alhajas, oro y dinero.

Cabe señalar que existe un reporte oficial en el que indica que el Operativo iba a ejecutar órdenes de aprehensión en contra de tres sujetos, pero no aparece el nombre de Sixtos Orozco, en esa lista.

sábado, junio 20, 2009

Notas de la Guerra Sucia en Guerrero

"Narcos mandados por militares mataron a los dos líderes mixtecos, acusa el ERPI"
"El Sur de Acapulco" - 20 de Junio del 2009
Zacarías Cervantes - Chilpancingo, Gro.

En su comunicado número 17 difundido ayer en una página de internet, el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) asegura que los autores materiales del secuestro, tortura y ejecución de los dirigentes de la Organización para el Futuro del Pueblo Mixteco (OFPM) de Ayutla, Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas, son integrantes del grupo del narcotráfrico conocido como Los Pelones.

Asimismo, recuerda que hace una semana, al entrar violentamente en las comunidades de Puerto Las Ollas y Las Palancas en la sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán, los miembros del Ejército federal llegaron gritando “¡viva Rogaciano (Alba)!”, para aterrorizar a la población. El grupo armado señala que con ello se demuestra “con cinismo cómo está coludido el poder político y las fuerzas gubernamentales con el conocido cacique regional, Rogaciano Alba, amigo del gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca”.

Con respecto a la ejecución de los dos dirigentes mixtecos, levantados el 13 de febrero y cuyos cuerpos fueron encontrados con huellas de tortura el 21 de ese mismo mes, el ERPI responsabiliza de la orden para la msma al comandante militar de la plaza de Cruz Grande (no menciona su nombre), por lo que advierte que con ello “se abre un segundo frente de combate de nuestra organización contra el narcoestado mexicano y sus instrumentos asesinos que aplican la guerra sucia descarnada”.

El comunicado con fecha de 18 de junio está firmado por el Comité Estatal en Guerrero del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente. “Los compañeros mártires Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas fueron asesinados por luchar por sus derechos, por defender los derechos económicos, sociales y territoriales, y seguramente por ser también sobrevivientes de la masacre de El Charco hace ya once años”, señala el grupo armado. Agrega que en esa región de la Costa Chica donde fueron victimados, se mantiene a la vez una ofensiva persistente contra los pueblos me’ phaa (tlapanecos), “sus mujeres y niños han dado fiel testimonio de esta larga situación de asedio militar y paramilitar en la zona, que ya documentan los organismos regionales, nacionales e internacionales de derechos humanos”.

En este que es el primer comunicado después de la irrupción militar en comunidades de los límites de los municipios de Petatlán y Coyuca de Catalán y después de que el propio jefe guerrillero Omar Guerrero Solís comandante Ramiro confirmó tres enfrentamientos de su columna guerrillera con los soldados del Ejército regular, el ERPI emplazó “a los poderes oficiales y fácticos que violentan y saquean al pueblo guerrerense” a que reconozcan, “que con el mayor de los cinismos han aceptado su vínculo oficial con caciques como Rogaciano Alba”.

Además, acusan que “desde el gobierno federal y estatal se promueven, preparan y encubren a los paramilitares, que quieren dividir y amordazar a las comunidades, infiltrar a las organizaciones sociales y seguir censurando las voces comunitarias y de los medios que muestran cómo en Guerrero el poder del capital quiere confundir y enmudecer al pueblo que lucha y se defiende de sus abusos”.

En estas condiciones, el grupo armado advierte que se reserva “las formas de acción que emprenderemos y cuándo, después de consultar a las comunidades organizadas”. El ERPI agrega asimismo que no dará pie a que los gobiernos escalen la represión contra comunidades y organizaciones, “buscando culpar a nuestra fuerza de su violencia. De lo que no tenemos duda es que el pueblo organizado sigue aprendiendo a defenderse por su cuenta y nos enseña cuál es el camino”, señala.

El ERPI también insiste en vincular a los gobierno estatal y federal con Rogaciano Alba Álvarez, quien en un comunicado reciente de la Novena Región Militar y de la PGR es señalado como “narcotraficante” miembro del cártel de Sinaloa que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán. El ganadero, sigue el comunicado del ERPI, es señalado por organismos de derechos humanos “como uno de los responsables de asesinatos a luchadores sociales, de despojos de comuneros y conocido por la opinión pública como un muy destacado socio de los cárteles de la droga, quien jefatura grupos de paramilitares y sicarios contra campesinos en lucha y defensoras de derechos humanos, como la abogada Digna Ochoa”.

El comunicado dice textual: “Zeferino Torreblanca, con su larga historia de oscuras maniobras como comerciante favorable al lavado de dinero, protege a caciques como Rogaciano, encubre la existencia de sus cuerpos paramilitares, negocia con algunos de los grupos de narcos y de otros se hace desentendido, lanza a sus policías contra los manifestantes y persigue a luchadores sociales y a sus familias”.

Asimismo, confirma las declaraciones del dirigente de ese grupo armado, Omar Guerrero Solís hechas vía telefónica el miércoles pasado de que su colmna se enfrentó tres veces con destacamentos militares en la sierra la semana pasada. “Hoy se encuentran tres soldados muertos y un herido por defender esos intereses, fueron enviados a reprimir a sus hermanos del pueblo, fueron a acallar las voces de la sierra guerrerense y para empezar, ahí están los resultados”. En el escrito se rechaza nuevamente que haya habido bajas por parte del grupo subversivo.

Indica que el pretexto de las fuerzas militares “era buscar a las fuerzas que comanda nuestro compañero Ramiro en esa región, quien en una entrevista realizada por los medios guerrerenses señaló con sencillez y claridad la complicidad de los gobiernos estatal, federal y municipales con el negocio del narco y marcó sin duda el papel de jefe del paramilitarismo en la zona, al ganadero Rogaciano Alba”. Denuncia que con más de 500 efectivos armados con morteros y con tres helicópteros artillados “los soldados se posesionaron de la plaza de esa comunidad (Las Palancas), allanaron y catearon viviendas, golpearon a jóvenes, acosaron a niñas y niños, presionaron con interrogatorios violentos a mujeres y ancianos y robaron y destruyeron casas y terrenos de siembra en esa comunidad”.

Y en cuanto al actual proceso electoral, el grupo armado indica que el pueblo seguirá luchando “más allá de las casillas de votación”. Porque dice que los políticos que se columpian de un puesto al otro de todos los partidos “no tienen ni el interés, ni la ética mínima como para responder por su voluntad a los que el pueblo quiere y manda”.

El ERPI también critica al coordinador de los diputados priístas, Héctor Vicario Castrejón que “se avienta la puntada de hablar de un diálogo y fustiga a un Zeferino por insensible y no sabemos cuántas cosas mas”. En ese sentido le dicen: “Señor Vicario recuerde que usted tiene al igual que su patrón Rubén Figueroa cuentas pendientes con el pueblo y no olviden que ustedes hicieron de poder político a Rogaciano Alba por lo tanto también son cómplices de ello y ya les agregamos ese cargo a sus culpas a usted y su patrón”.

viernes, junio 19, 2009

Sale David Hernández Torres de Fibazi

Despertar de la Costa - Zihuatanejo, Gro. Viernes, 19 Junio 2009

*Me voy con la frente en alto, dice quien fue reiteradamente acusado de promover invasiones a zonas de reserva ecológica

El jefe de Patrimonio Inmobiliario del Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo (Fibazi), David Hernández Torres, dejó su cargo este jueves, luego de reiteradas acusaciones de dar protección a grupos de invasores.

Entrevistado poco antes de entregar las oficinas, el funcionario explicó que nadie aportó pruebas de dichas acciones, y aseguró que se quedan asentadas tres invasiones toleradas por el organismo, donde habitan unas 300 familias.

Sostuvo que su departamento es un área muy cuestionada, y sus titulares han salido señalados porque se han encargado de evitar los asentamientos irregulares de las zonas de reserva ecológica.

Reconoció que el señalamiento fue continuo, pero detalló que las invasiones se incrementaron en los dos últimos años, sobre todo con la elección de presidente municipal, pues entonces se elevaron los cuestionamientos en su contra, pero el director siempre pidió las pruebas para proceder, y hasta esta fecha ningún representante de colonia o persona pudo aportarlas.

Sobre los asentamientos irregulares en las colonias Paraíso-Limón, Ampliación Esperanza y El Valle, precisó que en estos tres lugares unas 300 familias invaden en espera de que se les pueda reubicar.

Asimismo, trascendió que en la colonia Paraíso-Limón, el acuerdo con el organismo fue respetar seis viviendas; sin embargo, su líder ha incrementado la invasión hasta unas 40.

En la Ampliación La Esperanza los habitantes nunca fueron desalojados, y ahora hay una invasión tolerada con unas 60 familias. Sin embargo, la mayor invasión se generó en diciembre del año anterior: es la colonia El Valle, ubicada junto a la colonia La Joya , donde unas 200 familias viven en terrenos de reserva ecológica.

Aseguró Hernández Torres que a pesar de los constantes señalamientos se va tranquillo y con la frente en alto para atender negocios personales: “tenemos unos bungalows que rentamos”, por lo que en su lugar estará de encargado, Rubén Castro Bracamontes.

(Con información de Luvos César Amaro)

lunes, junio 15, 2009

Sitian 500 militares cuatro días dos pueblos de la sierra para buscar a Ramiro del ERPI

El Sur de Acapulco 15 de Junio del 2009

Jesús Saavedra
desde Puerto de Las Ollas, sierra de los municipios Coyuca de Catalán y Petatlán, Guerrero

Unos 500 efectivos militares mantuvieron sitiadas por cuatro días las comunidades de Puerto de Las Ollas y Las Palancas, municipio de Coyuca de Catalán, en donde torturaron a dos personas, robaron comida, maltrataron a las mujeres y a los niños, y pretendieron sembrar en las casas ropa militar, semilla de amapola y armas.

La operación militar, que comenzo el martes y tenía el objetivo de capturar a la columna guerrillera que encabeza Omar Guerrero Solís, el comandante Ramiro del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), de acuerdo con la denuncia que hicieron los vecinos afectados a organismos civiles de derechos humanos que los visitaron el sábado.

La habitual calma de este poblado enclavado en la mesa del macizo de la Sierra Madre del Sur, en las colindancias de los municipios de Coyuca de Catalán y Petatlán, se vio perturbada al mediodía del martes cuando un convoy militar ingresó a toda velocidad por la brecha de terracería al grito de “¡Viva Rogaciano!”; los gritos de los soldados se referían a Rogaciano Alba Álvarez, viejo cacique priísta de Petatlán, ex alcalde, ex presidente de la Unión Ganadera de Guerrero por más de 15 años, y a quien autoridades federeles vinculan con el cártel del narcotráfico que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán.

La irrupción violenta de los soldados provocó minutos de angustia, de miedo, de llanto en Puerto de Las Ollas, una comunidad de una docena de humildes viviendas de madera en donde habitan familias serranas que se dedican a la siembra de autoconsumo y que se oponen sistemáticamente a explotar la riqueza natural de madera que les rodea y que les ha traído problemas con “los civiles armados que a fuerza quieren que explotemos el bosque”, dice Angélica.

Los primeros soldados que llegaron a este poblado provenían del Cuarto Grupo de Morteros destacamentados en Zacatula, municipio de La Unión, quienes buscaban a “los secuestradores, los asesinos esos que encabeza Ramiro, en dónde está, porqué lo protegen”, gritaban furiosos los militares a una docena de mujeres con sus hijos que miraban temerosas esa acción inesperada el mediodía del martes.

A pesar de que no hay información oficial de esta operación, se deduce que los efectivos del Ejército buscaban a una columna guerrillera que encabeza Omar Guerrero Solís, el comandante Ramiro, del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y que el domingo 31 de mayo ofreció una conferencia en “algún lugar de la sierra”. La entrevista se publicó en medios de Guerrero y de la ciudad de México, y en el programa Punto de Partida que dirige Denis Maerker en el canal 2 de Televisa el martes 2 de junio por la noche.

En la información que se proyectó en ese espacio de Televisa, Ramiro denunciaba la “complicidad” de autoridades del estado y del Ejército con Rogaciano Alba Álvarez a quien acusó de tener un grupo civil paramilitar para aniquilar a campesinos que se oponían a la siembra de drogas o a la tala de montes en la sierra de Petatlán.

De igual forma el jefe guerrillero advirtió que el ERPI estaba preparado “militarmente” para responder a un ataque de las fuerzas armadas o de esos grupos paramilitares y descartaba la vía electoral para cambiar las condiciones políticas y sociales del país. Exactamente una semana después de que se transmitió esa información en Televisa, los soldados irrumpieron en Puerto de Las Ollas en donde suponían que había sido la entrevista con Ramiro y que sus pobladores estaban coludidos o daban protección a “los asaltantes, a los asesinos”, calificativos que eran utilizados en la época de la guerra sucia contra los guerrilleros.

Los abusos cometidos en la irrupción de los militares fueron denunciados por los vecinos por medio de organizaciones civiles, y publicados en El Sur, y por ello este sábado defensors de los derechos humanos y reporteros acudieron a ese lugar para verificar las denuncias de abusos de efectivos militares. A este recorrido en donde se levantaron esas denuncias acudieron los coordinadores de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum) de Tierra Caliente, Rubén Román Bahena; de Costa Grande, Ramón Navarrete Magdaleno; el médico de la Codehum, Leonidas Mancilla Calvo; el abogado Juan Castro Castro del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan; Manuel Olivares Hernández del Centro de Derechos Humanos de Chilapa José María Morelos y Pavón; Virginio Vázquez del Consejo Ciudadano de Chilapa; Raymundo Díaz del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad (Ccti) y Javier Monroy del Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco).

Militares torturan, roban y disparan

Los testimonios recabados en esta población son de madres de familia e hijos, quienes narraron los momentos difíciles que vivieron desde el martes al sábado cuando los militares colocaron en estado de sitio el lugar donde viven, hasta para ir al baño los vigilaban, ejemplifican en sus relatos.

De acuerdo con esas denuncias, el martes al mediodía llegaron unos 60 soldados a bordo de tres camionetas artilladas y se dirigieron a la tienda comunitaria de Las Ollas en donde vieron que un joven estaba afuera tomando un refresco con un rifle; el joven al ver que llegaron de forma violenta huyó al monte y dejó el arma que utiliza para cazar; los testimonios indican que los soldados catearon la tienda comunitaria y dispararon al aire el rifle calibre .22, para “justificar” disparos de los civiles hacia ellos y responder con disparos al aire.

Los soldados se dirigieron a la cancha en donde decomisaron una cuatrimoto que llevaba pacas de láminas de cartón, para una vivienda que los varones mayores de edad estaban construyendo en conjunto para una familia, y que huyeron al oír las detonaciones de las armas de los militares; por radio los soldados ya habían pedido “refuerzos” pues decían que habían sido atacados por los civiles. Después de la irrupción en este poblado, los soldados detuvieron a un joven de 14 años y a otro varón de 33 años que está enfermo debido a un derrame cerebral del que pudo salir vivo.

Los soldados se retiraron de la comunidad el sábado antes de las 2 de la tarde, viajaban a bordo de 12 vehículos Humvee, seis camionetas de redilas y una camioneta artillada, donde viajaba el comandante a cargo de la operación. Cinco kilómetros antes de llegar a Las Ollas, los militares se encontraron con el convoy de cinco camionetas donde viajaban reporteros y los representantes de organismos civiles de defensa de los derechos humanos; visiblemente alterados y sonriendo irónicamente sólo preguntaron a dónde viajaba ese convoy. “A Las Ollas”, respondimos desde las camionetas, “ah, ustedes son esos de derechos humanos, ja, sigan su camino”, dijo un soldado que se bajó de la camioneta que iba en la punta de la columna militar y empezaron a grabar desde sus unidades a los que viajaban hacia esa comunidad. Ni una explicación oficial de ese operativo militar de cuatro días.

Y es que desde el jueves, representantes del Ccti intentaron llegar a esa comunidad para verificar las denuncias de atropellos, pero un retén militar, instalado kilómetros antes de llegar a la comunidad lo impedía, hasta el sábado que abandonaron el campamento y se retiraron a sus cuarteles.

Si los van a quebrar a mí también, dijo doña Amanda

Doña Amanda, una señora de más de 60 años, fue la primera en dar su testimonio de lo que sucedió en esos cuatro días de sitio a la comunidad donde vive con su esposo e hijas, “los militares llegaron en tres comandos, llegaron al mediodía del martes, llegaron tirando balazos a la comunidad y no sabíamos porqué esa actitud; desde que salieron de la curva gritando como locos dijimos ‘éstos traen algo malo’, porque llegaron matándose en sus carros, en cuanto llegaron se escuchó la balacera, la gritadera y los niños llore y llore, a correr todo mundo”. Explicó que los militares decían que andaban buscando a los “asaltantes, a los secuestradores, a los asesinos, que les dijéramos en dónde estaban, que nosotros sabíamos dónde estaban esos que matan gente”.

Indicó que su nieto y su hijo estaban con ellas cuando llegaron los militares, “les pedimos que trajéramos la cuatrimoto que se había quedado en el camino y que los militares estaban maltratando y cuando regresaban los militares los vieron y ese fue el delito; los tuvieron golpeando como tres horas y los amenazaron que si decían, que otra vez que vinieran los iban a quebrar”.

“A mí me dijeron que si decíamos la verdad a los de derechos humanos o los reporteros, que me iban a quebrar y les dije que qué esperaban que de una vez, que me quebraran, si eso era lo que andaban buscando, pues que se dieran gusto”, dijo doña Amanda.

A su nieto Omar García Ávila de 14 años lo torturaron, “se lo llevaron, lo subieron a una camioneta, le taparon la cara con una camisa gruesa y le apretaban la camisa (para asfixiarlo), les decía que se detuvieran porque se estaba ahogando, le dieron de golpes con las palmas abiertas en los oídos, le picaban con un cuchillo la espalda, le dieron toques eléctricos desde una camioneta, le dieron patadas en la nuca y en el estómago. Mi hijo está enfermo de un derrame cerebral, César Ávila Ávila de 33 años, lo tenían en la cancha donde juegan los niños”.

“No detuvieron a nadie, sólo se llevaron para torturar a mi hijo y a mi nieto; se enojaron porque los hombres escaparon y cómo no iban a escapar si llegaron echando balazos y querían que entregáramos a nuestros esposos que huyeron para el monte”. Dijo que nadie respondió con fuego a los militares, “nos decían que nuestros maridos eran unos rajados, que porqué corrían y les dijimos que no tenían porqué pelear. Saquearon las casas, se llevaron la leche de los niños, se llevaron ropa, la ropa interior de las mujeres, las toallas femeninas, se burlaban con esas prendas y diciendo disparates”.

Dijo que fue “suerte que todos los hombres mayores estaban trabajando en la construcción de una casa para habitarla y cuando oyeron los balazos de los militares huyeron para el monte y los fueron siguiendo, les dispararon”.

A partir del martes por la noche empezaron a llegar los “refuerzos” de Atoyac y de Lázaro Cárdenas, en total contabilizó la población unos 500 soldados que establecieron su base de operaciones en la cancha de tierra que tienen en Las Ollas; miércoles, jueves y viernes, montaron operaciones en la zona serrana aledaña a esa población en busca de los adultos que huyeron y de los “asesinos”, apoyados vía aérea con helicópteros artillados. El martes y miércoles los primeros soldados catearon viviendas, hurgaron ropas y se robaron alimentos, “estaban buscando armas y nos dijeron que si no teníamos que ellos las iban a encontrar y que no nos hiciéramos los que no sabíamos nada”, revela Edith, una señora de 35 años con lágrimas en los ojos.

Los soldados intentaron introducir en los domicilios ropa de tipo militar, inclusive tenían preparado un costal de semilla de amapola, que al final decidieron quemar a un costado de la cancha, al no encontrar ni a guerrilleros, ni armas, mucho menos a los adultos que huyeron para el monte.

Erica sostiene a un bebé de meses de nacido y llora al relatar que esos días de “miedo, me amenazaron que me iban a dar un balazo, no quise ir a la casa, me hicieron un tiradero, se llevaron mi comida y traían ropa de soldado para meterla entre mis pertenencias; se llevaron una hamaca nueva, unas botas fiadas para mis niños y no nos dejaron para comer”, indica.

Mauricio de 9 años, parece que está tranquilo y relata que cuando llegaron los soldados regresaban de “llevar un tiro (un viaje)” de madera para la casa que construían su papá y otros adultos de la comunidad, “y cuando llegaron los soldados empezaron a tirar balazos, nos tuvimos que tirar a un lado de la carretera a un pozo y cuando salimos nos empezaron a preguntar en dónde estaban los que corrieron y nos dijeron que nos iban a llevar si no decíamos en dónde estaban, pero nos dejaron libres porque mi mamá intervino y les pidió que no nos hicieran nada, nomás se reían de nosotros”, aseveró.

La mamá de Omar García Ávila relató que los soldados “llegaron preguntando por Ramiro, por eso empezaron a golpear y a torturar a mi hijo y a mi hermano; andaban preguntando por varios nombres, tenían una lista con nombres y que en dónde estaban. Ya que empezaron los refuerzos no se metieron a las casas, se burlaban de nosotros y nos decían que nadie les podía hacer nada y se reían, que nos dejen en paz, no hemos hecho nada malo”. La madrugada del miércoles, las dos personas torturadas decidieron abandonar el poblado en la oscuridad y se fueron al monte, para hallarse con el resto de los varones que huyeron al momento de la incursión militar.

Los pobladores rechazaron que hayan respondido la agresión de los soldados a balazos, como se publicó en este diario según las primeras versiones procedentes de la comunidad, “no tenemos armas, sólo instrumentos para trabajar nuestras tierras”, responde doña Erica. Revelan que con los soldados, iban civiles con capuchas que informaban de todos los movimientos de la población y que inclusive aportaron datos para una lista con nombres de varones de aquí. Inclusive una mujer que viajaba en cuatrimoto, la mañana del sábado les avisó que por el acceso de Vallecitos de Zaragoza iba subiendo un convoy de reporteros y defensores de derechos humanos para verificar las denuncias de violaciones. Esa alerta orilló a los militares a levantar su campamento y partir rumbo a ese acceso y la otra parte del contingente militar lo hizo por la vía hacia Petatlán.

Temerosos quienes huyeron al monte

El poblado de Las Ollas se quedó a merced de los militares desde el martes y todos los hombres adultos se fueron; el día que llegaron los soldados estaban trabajando en la construcción de una vivienda de madera y al escuchar las detonaciones de los militares decidieron huir al monte. Los dos días posteriores huyeron por el bosque y evitando encontrarse con los soldados que a pie y apoyados con helicópteros por aire, los buscaban afanosamente.

Al atardecer del sábado se lograron comunicar a través de un radio de control remoto que tienen en esa comunidad y reportaron que estaban “bien” en algún lugar del denso bosque escondidos, “temerosos de que los militares vuelvan otra vez”. Vía radio, explicaron que cuando oyeron los disparos decidieron los diez varones que trabajaban en la construcción de la casa huir, “nos fuimos, porque nos disparaban a matar, no debemos nada y les pedimos que nos digan qué se traen con nosotros, si somos gente de bien”. Reportaron que una persona mayor de 50 años, se sentía mal por las largas caminatas de un lado a otro para esquivar a los militares, “estamos cansados, con hambre, no hemos comido y pedimos que nos dejen en paz; no sabemos qué buscan, nosotros no hemos hecho nada”, dijo una voz masculina en la comunicación e inclusive desistieron de la ayuda del médico de la Codehum para atender a la persona que se sentía mal.

Los testimonios de las mujeres y de los niños, fueron levantados por el personal de la Codehum, quien dio a conocer que prepararán una queja para radicarla a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y se investiguen esas denuncias de atropellos a la población civil.

Las Ollas pueblo prehispánico alfarero

Para llegar hasta esta comunidad mestiza, se puede acceder por San Luis La Loma, municipio de Tecpan; por Petatlán o por la carretera Zihuatanejo-Ciudad Altamirano, por el poblado de Vallecitos de Zaragoza; las tres vías son brechas de terracería y en donde te toma más de cinco a siete horas de camino en camionetas de doble tracción para poder llegar.

Las Ollas se ubica en el cenit de una cordillera de montañas y desde donde se puede apreciar a la perfección como esta formación natural que es la Sierra Madre del Sur, divide a la Costa Grande de la Tierra Caliente; el poblado está rodeado de un espeso bosque y en el centro se ubican exactamente una docena de humildes viviendas de madera. Sus habitantes no rebasan el centenar de personas entre adultos y niños, que se dedican a la siembra de autoconsumo: maíz, frijol, lechuga, rábano, tomate, cilantro y comen cuando se puede jabalí, venado y conejillo salvaje.

Doña Angélica explica que este poblado se denomina Las Ollas porque en los pequeños montes que rodean el poblado se pueden encontrar enterradas ollas de barro de todos los tamaños; algunas de estas ollas tienen labrado una figura, probablemente de corte Olmeca, que carga en su espalda ollas de barro que se supone llevan en su interior ofrendas a alguna deidad.

A cinco minutos de esta comunidad se ubica Las Palancas, en donde se encuentra abandonada una escuela que sirve de potrero de vacas y burros, una comisaría que es utilizada como bodega y en los alrededores se construyeron dos viviendas que son habitadas por sus familias.

Ambas comunidades se acogieron desde hace tres años a la religión Cristiana y en las dos se puede encontrar a dos pastores que “predican la palabra del señor”; son poblados en donde sus habitantes no se les escucha decir una sola grosería o alguna mala actitud. El pastor que se encuentra en esta comunidad, dio a conocer que hasta el sábado por la mañana le permitieron ingresar a la comunidad, “les pedí (a los soldados) en nombre del Señor que actuaran con serenidad, pero sólo responden que siempre decimos lo mismo, que somos cristianos. Estamos en oración constante para que esta pesadilla se acabe”, añadió.

Cuentos de Niños en la Sierra de Guerrero

El Sur de Acapulco 15 de Junio del 2009:
"Un soldado le bajó al tiro y me apuntó, dice Brayan un niño de 8 años"


Jesús Saavedra
desde Puerto de Las Ollas, sierra de los municipios Coyuca de Catalán y Petatlán, Guerrero

Los niños de esta comunidad de la sierra se han acostumbrado a la violencia, al asesinato de sus familiares y al hostigamiento permanente de los militares, como la irrupción violenta de tropas del Ejército el martes que se quedaron aquí hasta el sábado. Uno de ellos, Brayan de 8 años, relata que el martes regresaba con el resto de los niños de la construcción de una vivienda, en donde laboraban sus padres.

“Venía de preguntarle a Monse (su hermana dos años mayor que él) qué estaba pasando, un soldado le bajó al tiro y me apuntó, pero empecé a caminar y ya no me dijeron nada. Pos si me van a dar pa’ abajo, ya qué”, dice.

La mayoría de los niños de la comunidad actuaron normalmente y los menos lloraron cuando vieron los balazos que tiraban los soldados; Brayan insiste que no tuvo miedo, “esos soldados andan buscando a los malos, por eso no nos hicieron nada”, dice, mientras asume una posición desparpajada en el camino a Las Palancas.

En el camino, se da tiempo para mostrarle a los reporteros los árboles de zarzamoras que son la delicia de un grupo de chavalos, en donde caminan Elizbeidi, María Liz, José y Alejandro, de entre 5 y 9 años, “mira ésta también se come”, mientras señala otro árbol de donde cortan el “arrayán” el cual comparte con los reporteros.

Explican que desde marzo, no tienen maestro y la escuela de Las Palancas, un solo salón viejo, está abandonada, convertida en un potrero en donde los animales se quedan a dormir y que huele a estiércol de chivo y de vaca. Ahí, un soldado dibujó en la pared un rifle AR-15 disparando una bala.

Brayan cuenta a los reporteros que hace unas semanas habían “ejecutado” a su primo El Negro y nos invita a la tumba que se encuentra en un pequeño monte rodeado de pinos y con flores frescas, “aquí enterramos al Negro, era buena persona, pero nos lo mataron, se fue a Petatlán y lo encontraron muerto con un balazo acá”, platica, mientras se señala en la sien izquierda. Brayan, se refiere a su primo Gerardo García Ávila, quien el 22 de mayo pasado fue a Petatlán con su papá a traer despensa y herramientas para su trabajo; el joven fue hallado con un tiro en la sien y el hecho se adjudicó a la violencia “natural” por el narcotráfico de ese municipio de la Costa Grande.

La mamá de Gerardo dice que fue injusto su asesinato y que atribuye a los “civiles armados” identificados con el ex alcalde de Petatlán, Rogaciano Alba, quienes lo asesinaron en represión por no permitir la tala del bosque en su comunidad.

A Gerardo, esas manos asesinas le cortaron la vida y le causaron “mucho dolor a sus hermanos, a mi esposo, a sus primos, qué les debía, si era un chamaco y allá ellos saben, algún día van a rendir cuentas a dios”, dice resignada la mamá de Gerardo y que causa tristeza en Diana Laura, una jovencita de 16 años, quien era novia de este adolescente y quien tiene de recuerdo unos poemas que le dedicaba de forma escrita su novio, hasta el 22 de mayo cuando fue asesinado en Petatlán.